Hemos descubierto que la luz no viaja de la misma manera en el agua y en el aire. La refracción de la luz se produce la luz pasa del agua al aire o del aire al agua y se produce lo que hemos llamado el famoso 'efecto discoteca' que nos ha hecho bailar con la refracción. Ahora sabemos cómo crear luces de discoteca con solo orbeez y un láser. Este experimento nos ha resultado muy divertido e importante porque nos ha hecho comprender la propiedad de la refracción de la luz. La refracción nos ayuda a desviar la luz en diferentes direcciones y entonces nos ayuda a dirigirla hacia donde queremos.
Los objetos opacos son aquellos que no dejan pasar la luz y forman una sombra compacta. Un objeto translúcido deja pasar toda o una parte la luz a través de él. Decimos que hay objetos capaces de reflejar la luz cuando la luz no los atraviesa, sino que la refleja o el rayo de luz cambia la trayectoria hacia el sentido contrario. Cuando la luz interacciona con los objetos se crean sombras o proyecciones. Cuando los objetos son opacos o reflectantes las sombras son compactas y de un color oscuro-negro. Cuando los objetos son translúcidos la luz atraviesa el objeto y se puede ver algo del color del objeto. La luz nos ayuda a averiguar los objetos que nos rodean y que no podemos ver directamente.
Con este reto hemos podido observar el recorrido de la luz hasta nuestro cerebro. Nuestros ojos son muy complejos: para poder ver un objeto este tiene que ser iluminado por la luz (un bote de cola iluminado por la linterna de un dispositivo móvil) y así los rayos llegan a la córnea (la lupa) y se refractan por primera vez; después llegan al cristalino y se refracta por segunda y última vez, provocando que la imagen que se refleja al fondo del ojo (el papel vegetal, en nuestro caso, papel de hornear) está del revés. Finalmente los nervios llevan la imagen hasta el cerebro y éste lo corrige para darle la vuelta y darle sentido. Los objetos se tienen que situar a una cierta distancia de la cámara oscura porque la caja no es como nuestros ojos y no se dilata o se hace más grande cuando necesita más o menos cantidad de luz, por eso decíamos que los ojos son mucho más complejos y eficaces. Hemos usado el papel de hornear porque al semi-translúcido se puede observar la imagen, en cambio si fuera un papel opaco no se podría ver a través de él. Finalmente, cuando la imagen llega a nuestro cerebro, este le da la vuelta, es decir, lo corrige o lo edita para poder ver y darle sentido a todo lo que vemos.