EL MISTERIO DE LAS VELAS QUE SE APAGAN SOLAS Hoy hemos hecho en clase un experimento con velas: lo primer fue poner en la probeta el vinagre después pasarlo a una botella de plástico. En un globo pusimos bicarbonato de sodio y al mezclarlo se produjo una reacción. En ese momento llamaron a la puerta y no os imagináis quien apareció en nuestra clase: ¡el mismísimo Einstein! ¡Y con mascarilla! Le empezamos a contar que estábamos haciendo un trabajo sobre la materia para participar en Misión Alba y se puso a contarnos cosas sobre ella. Nos recordó que la materia que nos rodea puede aparecer en varios estados y que en el experimento que estábamos realizando, íbamos a utilizar materia en estado sólido y en estado líquido. Repetimos la mezcla de vinagre y bicarbonato de sodio dos veces más, aumentando las cantidades de cada ingrediente, y, en cada ocasión, el globo se hinchaba un poco más. María Jesús, la profe, y Einstein nos preguntaron sobre ello y tuvimos claro que el globo se llenaba de materia en estado gaseoso. Seguimos con nuestro experimento. Encendimos unas velas, vaciamos el contenido de un globo, un gas invisible, en un vaso y fuimos echándolo sobre las velas. Si os preguntáis qué paso, es fácil de adivinar: las velas se apagaron. ¿Por qué?, quiso saber Einstein. Ahí anduve muy fino, levanté la mano y le respondí que la explicación estaba en la densidad: - el dióxido de carbono (CO2), el gas que había llenado los globos es más denso que la mezcla de gases que había en el vaso y por eso se fue al fondo. - al ir vertiéndolo sobre las velas, también por la diferencia de densidad, ese gas invisible desplazó al oxígeno que las velas necesitaban para arder. En la última parte del experimento, confirmamos la importancia de la densidad en lo que estábamos haciendo. Volvimos a llenar un vaso con el gas de uno de los globos y fuimos introduciendo una vela dentro hasta dejarla en el fondo. Justamente al llegar allí, fue cuando se apagó, porque allí se había colocado el gas del globo, que como ya dijimos es más denso que los gases que forman nuestro aire. Al principio de la clase, la profe nos habría preguntado si solo existe lo que vemos. Lo que acabábamos de experimentar, confirmaban nuestra respuesta, ¡claro que no! Además, aprendimos la importancia de la densidad en la explicación de este misterio de las velas que se apagan solas.