¡¡Por supuesto que no!!... No solo existe lo que vemos; sino lo que hay más allá de lo que nuestros ojos alcanzan a ver. Para demostrarlo, contamos con potentes aparatos como los microscopios, por ejemplo; pero también hay otras formas de averiguar este "misterio". Es el caso del experimento que hemos realizado esta mañana y que tiene que ver con la materia y sus propiedades, algunas de ellas específicas como la densidad, es decir, el volumen o peso que tiene un cuerpo determinado. Para entenderlo, partimos de la idea de que la materia tiene masa y, efectivamente, ocupa un volumen; la podemos encontrar en diferentes estados: sólido, líquido y gaseoso, pero, además, esa materia puede cambiar de un estado a otro calentándose o enfriándose. Así, se produce la fusión, solidificación, vaporización y condensación de la misma. Contamos, entonces, con los siguientes materiales: globos, botellas de plástico, una probeta, velas, cerillas, cuchara, embudo, vinagre y bicarbonato. ¿Qué OBSERVAMOS?... El proceso: Teniendo en cuenta que el vinagre es un líquido y el bicarbonato es una sustancia sólida, se decide mezclarlos para ver qué ocurre, siendo importante la precisión a la hora de realizar la prueba. Echamos el vinagre en las botellas y vertimos el bicarbonato dentro de los globos en las cantidades que nos muestra la "misión Alba". A continuación, se tapan las botellas con los globos y, al mezclarse el vinagre con el bicarbonato, este último se descompone desprendiéndose un gas: el dióxido de carbono; con lo cual, los globos terminan hinchándose. El cambio de estado de la materia ha sido evidente. Pero nuestro experimento no ha acabado aquí; con mucho cuidado, ese gas se vierte del globo a un vaso y, al inclinar el vaso sobre una vela encendida, esta se APAGA porque el dióxido de carbono, al pesar más que el aire, es decir, al ser más denso, desplaza el oxígeno. Es así cómo logramos LA MAGIA de "hacer visible lo que parece invisible".
Hoy hemos construido un circuito eléctrico con una pequeña bombilla, una batería, unos cables y un interruptor, teniendo en cuenta lo siguiente: 1. Cortamos un trozo de cable para poder sacar un poco de alambre y conectarlo a la batería y al portalámparas. 2. Conectamos el extremo del cable al polo positivo de la batería y el otro extremo al centro del soporte de la lámpara. 3. Luego, conectamos el otro cable al polo negativo de la batería y el otro extremo al lado del soporte de la lámpara. Esto sirve para comprobar que la bombilla se enciende sin problema. 4. A continuación, también conectamos el interruptor para que a través de este podamos encender y apagar la bombilla cuando queramos. 5. Pasamos el cable por el interruptor y luego lo llevamos hasta el soporte de la lámpara y lo conectamos. *Hemos podido comprobar que el hecho de encenderse la bombilla (presionando el interruptor) significa que las conexiones están bien hechas y el circuito está cerrado. Si, además, utilizamos dos cables más y conectamos uno de sus extremos a un metal (hemos utilizado un tornillo), manteniendo ese circuito cerrado, observamos cómo también el tornillo es transmisor de la corriente eléctrica; no siendo el caso de un palo o un papel (como hemos experimentado). *Cuando no encendemos el interruptor, no se enciende la bombilla, es decir, el circuito está abierto. Poco después, continuamos EXPERIMENTANDO: utilizamos una brújula y una bola pequeñita que actúa de imán. Observamos lo siguiente: 1. Aunque no estén en contacto, al acercar la bolita a la brújula, su aguja se mueve en la dirección del imán; según lo situemos. Si usamos un metal (el tornillo) imantado, al estar envuelto en el cable que forma parte de un circuito eléctrico cerrado, entonces también conseguimos mover la aguja de la brújula. (La profe aprovechó para explicarnos sobre el físico Oersted, quien demostró que la corriente eléctrica crea un campo magnético que hace desviar la aguja de la brújula). 2. A tener en cuenta: La aguja de la brújula señala al Norte por la atracción del imán que hay dentro de la Tierra. • La aguja es un imán (está imantada) y señala al Norte y hace que no se vaya para otro lado. • En el Norte tiene que haber hierro o algo (minerales, placas metálicas), porque el imán siempre los atrae. • Creemos que la aguja mira al Norte, porque el Norte es el centro de la Tierra y hay ahí un metal. Es decir: La Tierra crea un campo magnético en la dirección Norte-Sur y se comporta como un imán muy grande situado a lo largo del eje de rotación, que es el eje que pasa por el polo norte geográfico (el Norte) y el polo sur geográfico (el Sur). Por eso, las brújulas se orientan indicando precisamente esa dirección Norte-Sur. *Si situamos cerca dos imanes, lo que ocurre tiene que ver con los polos magnéticos (polos de un imán: Norte y Sur - Positivo y Negativo). *Todos los imanes tienen dos polos; los polos iguales se repelen y los polos distintos se atraen. No hay polos aislados y, por lo tanto, si un imán se rompe en dos partes, se forman dos nuevos imanes, cada uno con su polo norte y su polo sur, aunque la fuerza de atracción del imán es más pequeña. *En los polos de un imán reside la mayor fuerza magnética. *La fuerza magnética es una fuerza invisible que atrae objetos ferromagnéticos como El Hierro. *Las fuerzas magnéticas se representan por líneas que entran por el Sur magnético y salen por el Norte magnético (caso de la brújula), *El campo magnético es un espacio que se encuentra alrededor de un imán y donde están esas fuerzas magnéticas (caso del la bolita-imán y la brújula).