En este laboratorio hemos descubierto que la luz no viaja igual por todos los medios, va a diferente velocidad. Así, en este primer experimento, cuando la luz del láser se apuntaba al vaso, la luz salía en varias direcciones. Esto ocurría porque la luz chocaba con los orbeez (medio acuoso) y también con un medio gaseoso (huecos entre los orbeez). Al llenar el vaso de agua la luz no se desviaba, pues no había un cambio de medio (era únicamente acuoso). Cuando un rayo de luz incide en la superficie de separación de dos medios distintos, como por ejemplo el agua y el aire, se produce un fenómeno llamado refracción. Lo hemos observado en la segunda parte del laboratorio. Esta propiedad de la luz se aplica en la tecnología, por ejemplo, es de gran utilidad en la fibra óptica o en las lentes.
Las lámparas de Moser pueden ser un buen recurso para aquellas poblaciones desfavorecidas y con escasos recursos, que continúan sin luz eléctrica. La construcción de esta lámpara implica poco gasto económico y es un experimento ecológico y sencillo. E esencial añadir un poco de lejía a la botella para evitar que crezcan microorganismos. Así se alarga la vida de la luz Moser. El conocimiento científico y tecnológico es esencial para nuestra sociedad, pues ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas. Sin la ciencia no existirían muchas de las cosas que hoy tenemos en sociedad. Dependemos de ella para progresar y contribuir al progreso de nuestra sociedad.
¡Nos ha encantado la misión! Hemos aprendido un montón sobre las propiedades de la luz (la refracción, la lámpara de Moser, la interacción de la luz con los objetos, cómo funcionan nuestros ojos...). Lo mejor de la experiencia han sido en sí los retos y la sorpresa que nos producían algunos resultados. ¡Nos encantaría volver a participar y disfrutar de las nuevas aventuras científicas! Nos parece impresionante lo que hacéis en Misión Alba.